Las saunas de vapor son cada vez más comunes en los hogares, ya sea por sus increíbles beneficios para la piel o por las recomendaciones de los expertos para personas con alergias y problemas respiratorios, disfrutar de esta fuente de salud física y mental se está convirtiendo en todo un ritual para miles de personas.
Las opciones a veces son abrumadores, desde Avilsa queremos facilitarte la selección explicándote al detalle todas las características y las ventajas de tener una sauna húmeda en tu propia casa.
Diferencia entre saunas y baños de vapor. ¿Qué opción elegir?
La principal diferencia que encontramos entre una sauna y un baño de vapor, es el tipo de calor: seco o húmedo. Las saunas secas -también llamadas saunas finlandesas-, proporcionan como su nombre indica calor seco, mientras que los baños de vapor trasmiten un calor húmedo.
- Básicamente la temperatura de la sauna de vapor (no excede los 70 grados) es inferior a la de la sauna (80/90 grados), es decir; proporciona menos calor.
- La humedad en un baño de vapor es muy alta, en ocasiones del 99%. En cambio, en la sauna nunca es superior al 20%.
- En cuanto a la sudoración, en la sauna de vapor se suda mucho menos que en la sauna seca.
Las opciones para elegir entre una sauna u otra son muy amplias, siempre dependiendo de los gustos del usuario. Aunque la sauna seca y la de vapor cuentan esencialmente con los mismos beneficios, si se desea una sauna para soportar fácilmente, la de vapor es la mejor opción gracias a la humedad y la temperatura. Además está especialmente indicada para personas con alergias, congestión en el pecho, sinusitis, etc.
Descubre los beneficios terapéuticos de las saunas de vapor
La sauna de vapor comparte muchos de sus beneficios con la sauna seca: regulación del metabolismo, alivio del dolor muscular y de articulaciones, gran limpieza de la piel… Pero además tiene otras ventajas increíbles para la salud:
- Contribuye a la relajación y el bienestar general. Es perfecto para personas que sufren estrés o insomnio, ya que además el calor es fácil de soportar.
- Mejora la circulación y, además, favorece la sudoración, abriendo los poros y limpiando la piel.
- La humedad limpia las vías respiratorias en profundidad. Por ello, su uso está especialmente indicado para combatir multitud de afecciones respiratorias como el asma, la congestión nasal o la sinusitis.
¿Cuánto tiempo se debe estar en una sauna de vapor?
Para hacer un buen uso de la sauna húmeda es fundamental conocer algunos detalles importantes y será necesario consultar previamente con un médico si la persona sufre de tensión alta, tiene alguna enfermedad cardíaca o problemas de circulación, además no está indicado para mujeres embarazadas.
Consejos de uso para las saunas o cabinas de vapor en casa
- Se recomienda tomarla después de practicar deporte, aunque antes deben transcurrir unos 15 y 30 minutos.
- La temperatura de la sauna debe estar muy controlada y nunca exceder los 70º C.
- Transcurridos 8-12 minutos el cuerpo necesita refrigerarse, este es el momento indicado para salir. Las personas habituadas a la sauna de vapor pueden permanecer hasta 15 minutos, pero nunca se debe alargar más.
- Al salir, es necesario esperar unos minutos fuera de la sauna para enfriar las vías respiratorias, después, ducharse con agua fría o templada según la presión sanguínea, nunca con agua caliente.
Efectos de las saunas de vapor
Aunque las saunas son bastante más calientes que los baños de vapor, debido a la variación de la humedad, la persona no puede sentir una gran diferencia entre ambas.
Por su parte la sauna seca se sitúa alrededor de 70 y 90 grados centígrados, generalmente con un nivel de humedad del 5% al 30%. En cambio la sauna de vapor -alrededor de 40 y 50 grados centígrados-, previene que el sudor se evapore, lo que en ocasiones genera una gran sensación de calor en algunas personas. Además es importante tener en cuenta a la hora de utilizar una sauna de vapor que el aire caliente seco o húmedo siempre sube, es decir, cuanto más alto nos sentemos en ella, más calor tendremos.
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