Es muy común escuchar y leer en todos lados sobre sus beneficios, pero pocas veces se habla de las contraindicaciones de la sauna. Si bien es cierto que esta práctica milenaria puede aportar muchas cosas buenas a tu salud, también es importante saber que existen algunas precauciones que deben tomarse para un uso seguro. Quédate y te contamos cuáles son las contraindicaciones y precauciones al usar la sauna.
Contraindicaciones de la sauna
La sauna es un espacio de relajación y bienestar conocido por sus múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, no es adecuada para todos, y existen ciertas condiciones y situaciones en las que su uso puede ser contraproducente o incluso peligroso. Lee con detenimiento las siguientes contraindicaciones de la sauna para evitar poner en riesgo tu salud.
Problemas cardíacos y circulatorios
Las altas temperaturas de la sauna pueden provocar un aumento significativo en la frecuencia cardíaca y la dilatación de los vasos sanguíneos. Esto puede ser un riesgo para personas con algunas de estas condiciones cardíacas preexistentes:
- Infarto de miocardio: Personas que han sufrido un infarto de miocardio recientemente deben evitar el uso de la sauna, ya que el estrés térmico puede aumentar el riesgo de complicaciones.
- Insuficiencia venosa y síndrome postrombótico: El calor puede agravar los síntomas de la insuficiencia venosa y el síndrome postrombótico, aumentando la sensación de pesadez y dolor en las piernas.
Problemas de tensión arterial
La sauna puede afectar la regulación de la tensión arterial, por lo que personas con hipertensión o hipotensión deben tener precaución.
- Hipertensión arterial de origen renal: El uso de la sauna puede ser particularmente peligroso para personas con hipertensión arterial de origen renal, ya que el calor intenso puede empeorar la condición.
- Tensión arterial muy baja: De manera similar, aquellos con tensión arterial baja pueden experimentar mareos o desmayos debido a la dilatación de los vasos sanguíneos y la reducción de la presión arterial.
Enfermedades inflamatorias y autoinmunes
El calor puede estimular el sistema inmunológico y amplificar los síntomas de enfermedades inflamatorias y autoinmunes.
Las personas con enfermedades inflamatorias agudas del hígado o los riñones, como hepatitis o nefritis, deben evitar la sauna, ya que el calor puede intensificar la inflamación y el daño a estos órganos.
Condiciones oculares y endocrinas
Algunas condiciones de salud específicas pueden empeorar con el uso de la sauna.
- Glaucoma: El aumento de la presión intraocular provocado por el calor puede ser perjudicial para personas con glaucoma.
- Hipertiroidismo: El hipertiroidismo puede ser exacerbado por el calor, aumentando los síntomas como la taquicardia y la ansiedad.
Es necesario que las personas con alguna o algunas de estas condiciones consulten a su médico antes de usar la sauna. También es importante que escuches a tu cuerpo y salgas de la sauna o evites su uso si experimentas síntomas como mareos, náuseas, dolor de cabeza o cualquier señal de malestar. La precaución y el conocimiento de las propias limitaciones son clave para disfrutar de los beneficios de la sauna de manera segura.
Precauciones al usar la sauna
En otros post hemos hablado sobre los numerosos beneficios de la sauna para la salud. Sin embargo, para disfrutarlos a plenitud, es importante acatar las siguientes precauciones:
Uso durante el embarazo
El uso de la sauna durante el embarazo requiere precaución. Las altas temperaturas pueden aumentar el riesgo de hipertermia, lo cual podría ser perjudicial, especialmente durante el primer trimestre.
Aunque estudios recientes sugieren que breves periodos de exposición a temperaturas moderadas pueden ser seguros, lo mejor es consultar a un médico antes de usar la sauna durante el embarazo.
Consumo de alcohol y riesgo de deshidratación
El alcohol y la sauna son una combinación peligrosa. El consumo de alcohol antes o durante el uso de la sauna aumenta significativamente el riesgo de deshidratación, hipotensión, arritmias y, en casos extremos, puede provocar un golpe de calor. Es necesario evitar el alcohol y asegurarse de estar bien hidratado antes de entrar a la sauna.
Limitación del tiempo de exposición
Para minimizar los riesgos asociados con el calor extremo, es importante limitar el tiempo de permanencia en la sauna. Los principiantes deben comenzar con sesiones cortas de 5 a 10 minutos y, gradualmente, según la tolerancia, aumentar hasta un máximo de 15 a 20 minutos. Otra vez: escucha a tu cuerpo; cuando aparece la incomodidad significa que ya es hora de salir.
Importancia de la hidratación
La deshidratación es un riesgo significativo asociado con el uso de la sauna, debido a la intensa sudoración que provoca. Para contrarrestar la pérdida de líquidos, es importante beber agua antes, durante (si es posible) y después de la sesión de sauna. Mantenerse adecuadamente hidratado ayudará a evitar mareos, dolores de cabeza y otros síntomas de deshidratación.
Además de estas precauciones específicas, es importante considerar lo siguiente:
- No usar la sauna como post-entrenamiento inmediatamente después de realizar ejercicio intenso. Permite que tu cuerpo se enfríe gradualmente antes de exponerte al calor extremo de la sauna.
- Evita el uso de la sauna si estás enfermo o si tienes heridas abiertas, ya que el calor puede agravar ciertas condiciones.
- Darse un baño o ducha fría después de salir de la sauna para ayudar a cerrar los poros y refrescar el cuerpo es una buena idea.
Siguiendo estas precauciones, se puede disfrutar de los beneficios de la sauna de manera segura, maximizando el bienestar y minimizando los riesgos para la salud.
Cómo usar la sauna de forma segura
Por último, para garantizar que disfrutes de la sauna de una manera segura y placentera, aquí te dejamos algunos consejos:
- Hidratarse adecuadamente: Bebe agua antes de entrar a la sauna para prevenir la deshidratación.
- Evita el alcohol y comidas pesadas: No consumas alcohol ni ingieras comidas pesadas antes de la sesión, ya que pueden aumentar el riesgo de hipotensión y malestar.
- Ducharse: Toma una ducha fresca para limpiar el cuerpo y prepararlo para la experiencia de la sauna.
- Usar toalla: Lleva una toalla para sentarte o acostarte sobre ella dentro de la sauna, manteniendo la higiene y el confort.
- Escuchar al cuerpo: Prestar atención a las señales del cuerpo. Si sientes mareo, malestar, náuseas o dolor de cabeza, sal de la sauna inmediatamente.
- Limitar el tiempo de exposición: Permanece en la sauna por un tiempo máximo de 15 a 20 minutos o menos si eres principiante o si sientes molestias.
- Posición del cuerpo: Alterna entre sentarte y acostarte para promover una distribución uniforme del calor en el cuerpo.
- Enfriamiento gradual: Sal de la sauna y permite que tu cuerpo se enfríe gradualmente. Tomar una ducha fresca o sumergirse en una piscina de agua fría puede ayudar a cerrar los poros y revitalizar el cuerpo.
- Rehidratación: Bebe agua o bebidas isotónicas después de la sesión para rehidratar el cuerpo y reponer los electrolitos perdidos.
- Descanso: Permite que el cuerpo descanse y se recupere después de la experiencia de la sauna, especialmente antes de realizar cualquier actividad física intensa.
Conclusión
En Avilsa sabemos que una experiencia segura y consciente en la sauna maximiza sus beneficios para la salud. Siguiendo nuestras recomendaciones, podrás disfrutar plenamente de tu sauna, asegurando bienestar y seguridad. ¡Descubre con nosotros el camino hacia una relajación profunda y saludable!