Los procesos gripales y los resfriados son una de las patologías más comunes a lo largo del año. Aunque suelen ser más frecuentes en épocas frías, lo cierto es que podemos sufrirlos en cualquier estación del año. La mayor parte de los casos no son graves, pero sus síntomas pueden ser muy molestos, y llegar a impedirnos hacer vida normal. En este contexto, ha surgido recientemente un debate sobre si las saunas reducen los síntomas de un resfriado o una gripe. Lo analizamos.
Sauna para reducir los síntomas de la gripe: ¿mito o realidad?
Uno de los síntomas más comunes cuando atravesamos un proceso catarral es la dificultad respiratoria, provocada, generalmente, por un aumento de la mucosidad y congestión nasal.
Pues bien, según algunos estudios recientes, los efectos de la sauna no sirven para curar el catarro o la gripe, pero sí mejoran la capacidad respiratoria y reducen la sensación de congestión, lo que hace que te sientas mejor. No obstante, hay una serie de consideraciones a tener en cuenta para que esta práctica no sea perjudicial.
- Temperatura de la sauna en caso de gripe o resfriado
La temperatura ideal para estar en una sauna cuando tienes problemas respiratorios derivados de un catarro oscila entre 45ºC y 65ºC. Inhalar aire a esta temperatura hace que tu temperatura corporal también suba, impidiendo a los virus causantes del resfriado sobrevivir en condiciones térmicas tan altas.
En este aspecto, cabe mencionar la importancia de tener sentido común. La sauna puede ayudar a paliar los efectos de un catarro, pero siempre que se tenga la precaución adecuada. Es decir, no pases mucho tiempo en el interior de la sauna, ni eleves la temperatura en exceso. De lo contrario, la reacción corporal podría ser la contraria.
Asimismo, entrar en una sauna para mejorar los síntomas gripales es recomendable si te encuentras al inicio del proceso catarral, pero no cuando este ya está más avanzado.
- Despídete de las obstrucciones y respira
Otra de las consecuencias directas que tiene la sauna en este tipo de situaciones es que elimina las obstrucciones nasales propias de los resfriados y que te impiden respirar con normalidad. El aire a altas temperaturas que inhalas en la sauna acelera la expulsión de la mucosidad y dilata las vías respiratorias, lo que provoca una sensación inmediata de facilidad respiratoria.
Vapor para respirar mejor
Uno de los remedios caseros más comunes en los hogares españoles para combatir el catarro es la inhalación de vapor caliente. Esta inhalación debe realizarse con ciertas precauciones, como mantener una distancia prudente para evitar quemaduras y no exceder el tiempo de respiración del vapor caliente.
En realidad, el principio que se aplica en esta práctica se puede extrapolar al uso de la sauna, que no es otra cosa que vapor de agua caliente. Pero, ¿por qué los baños de vapor ayudan a respirar mejor?
- Baños de vapor para la tos seca
La tos seca es aquella que no está acompañada por expectoración, sino que suele estar causada por irritación en la garganta o las vías respiratorias. Una de las medidas más efectivas para paliar sus efectos es aumentar la humedad ambiental para que se sitúe en torno al 40-50%, y una forma de hacerlo es mediante baños de vapor.
- El baño de vapor contra los mocos
Ingerir líquidos constantemente es clave para combatir el exceso de mucosidad y, en general, cualquier proceso gripal o catarral. Pero, además, inhalar vapor de agua favorece la expulsión de la mucosidad más rápidamente, lo que acelerará el proceso de recuperación.
- ¿Ayuda el baño turco a recuperarse del resfriado o solo alivia los síntomas?
Lo primero que conviene aclarar es cuál es la diferencia entre la sauna y el baño turco, que, fundamentalmente, radica en el nivel de humedad. En la sauna se genera un calor más bien seco, mientras que, en un baño turco, al calor se le suma un porcentaje de humedad cercano al 100%.
Es importante recalcar también, que la sauna y el baño turco no son remedios para erradicar un resfriado, sino que son medidas paliativas que ayudan a reducir los síntomas respiratorios.
Asma y baños de vapor
En multitud de estudios científicos se ha comprobado la eficacia de la sauna para mejorar la respiración en pacientes con asma y bronquitis crónica. Existen diversas razones que explican esta teoría.
En primer lugar, los baños de vapor reducen la inflamación bronquial y despejan las vías respiratorias, disminuyendo la sensación de ahogo propia del asma. Por otro lado, es frecuente que las personas asmáticas sientan dolor en la zona torácica por la dificultad respiratoria que sufren. Los baños de vapor fomentan la liberación de endorfinas, una hormona cuyo efecto es similar al de la morfina, actuando directamente para reducir el dolor.
Además, según diversos estudios, los baños de vapor tienen una relación directa con el fortalecimiento del sistema inmunitario, una ventaja para muchas personas con asma que tienen este sistema algo más debilitado.
Ahora, ¿es bueno bañarse en una piscina estando resfriado?
Para responder a esta cuestión, es importante hacer una diferenciación clave. Si el resfriado es muy leve o estás en el inicio del proceso; es decir, no tienes síntomas que te impidan desarrollar tu vida con normalidad, no debería haber problema en utilizar una sauna.
En cambio, su uso no es recomendable si tienes episodios de fiebre. Ten en cuenta que, al entrar en una sauna, la temperatura corporal sube casi inmediatamente, por lo que, si ya tienes una temperatura más alta de la normal, esta no debe seguir subiendo.
De hecho, permanecer durante un corto espacio de tiempo en la sauna ayuda a aliviar los síntomas del resfriado porque actúa de la misma manera que la fiebre: eleva nuestra temperatura corporal para impedir que los virus sobrevivan. Por tanto, si ya tienes fiebre, no es conveniente llevar a cabo esta práctica.
Y, en cualquier caso, es importante mantener la máxima precaución en todo momento, y evitar que el cuerpo realice sobreesfuerzos innecesarios que puedan provocar el efecto contrario y empeorar tu salud.
Instala tu sauna privada en casa y cuida de tu salud
Construir una sauna privada en casa puede ser una buena manera de prevenir los resfriados y procesos gripales, especialmente durante los meses más fríos. De hecho, la mejor manera de prevenir es mantener cierta constancia en esta práctica, siempre con responsabilidad y sin excederse.
No obstante, instalar una sauna en tu vivienda requiere una gran personalización y amplios conocimientos. Es importante adaptar la instalación según el espacio disponible, los materiales que se utilicen, la orientación del espacio y la exposición a la luz solar, el equipamiento adicional necesario, etc.
Por otro lado, son los profesionales del sector quienes mejor te podrán asesorar sobre el mantenimiento que necesitan estos espacios y cómo se puede realizar de la mejor manera posible.
En definitiva, si quieres instalar una sauna privada en tu vivienda como método de prevención y alivio de los síntomas ocasionados por catarros y resfriados, no dudes en escribirnos y nuestro equipo de profesionales te asesorará sin ningún compromiso.